EDITORIAL, OPINIÓN PÚBLICA.
Por José Antonio Villalobos González.
-“Debemos fingir debilidad para que el enemigo, se pierda en la arrogancia”- EL ARTE DE LA GUERRA
Hay que analizar los acomodos post electorales.
Primero: Se acelera la definición del candidato por la Cuarta Transformación para la elección presidencial.
Segundo: La marca MORENA está arrasando por su estrategia de dádivas o “programas asistenciales”, estrategia que se reforzará con un incremento del 20% al 25% a los montos de dichos programas.
Tercero: Si estuviéramos en un juego de pirinola, esta elección ha tocado el premio de: “Todos Pierden”; Los partidos políticos, casi todos, a excepción de MORENA, atraviesan por una crisis de identidad, de credibilidad siendo rebasados en su estrategia de conglomerar, por el individualismo de AMLO. La intención de voto por partido en el gobierno rumbo al 2024 oscila del 56 % al 60 % para MORENA y todos los demás partidos, juntos; no acumulan ni un 20 %, siendo incluso mayor el nivel de intención de voto con indefinición al momento; que ronda por encima del 20 %.
La Marca MORENA es hoy por hoy un producto que se vende bien, incluso, se vende solo, falta ver que “monito” (a) vendrá dentro de la cajita feliz, así que habrá que estar atento a las definiciones. Sea cual sea el candidato (a) por MORENA, si no se confía, puede sentir que ya va en caballo de hacienda rumbo a la presidencia.
La lectura de los números de las encuestas recientes; previas y posteriores a la elección de junio, en el contexto del resultado de las elecciones de Edomex y Coahuila; es que tanto Marcelo como Adán se posiciona como la opción más redituable para que aquellos partidos en busca de una coalición, arropen el proyecto que la Convención de MORENA deseche, es lo único que garantiza una opción ganadora que incluya presidente y congreso a los demás partidos fuera del PT, PVEM: El PAN, PRI, PRD, MC incluso los dos primeros, pueden negociar una coalición de ganar-ganar. Hoy Marcelo o Adán pueden ser es el eslabón perdido en la cadena evolutiva de la democracia mexicana, así que a andar despacio pero con firmeza, por un cambio sin ruptura, por un proyecto de todos y para todos. El proyecto de nación debe ser más grande que la devoción o culto al ego de cualquier individuo. El proyecto de nación debe llevar un crecimiento sostenido y consistente, tener aceptación dentro y fuera de MORENA, en todos los estratos sociales. Hasta hoy la gente está engolosinada con la marca MORENA pero, falta tiempo para las definiciones, el tiempo es el mejor aliado en este momento.
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